jueves, 1 de diciembre de 2011

Cierva con cría.

(Cervus elaphus), año 2005.
Estudio a carboncillo de una cierva con su cría. Poco tiempo después de nacer, el cervatillo ya puede mantenerse erguido, intenta mamar mientras su madre continua limpiándolo para eliminar  olores. Es necesario, que a las pocas horas pueda seguir a su madre, que durante los periodos en los que se alimenta, dejará al cervatillo, echado entre la vegetación, permaneciendo practicamente inmóvil, para pasar inadvertido ante los posibles predadores, que tendrán difícil dar con el lugar donde se esconde ya, que además, practicamente no desprende olor.

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